Actualmente reducimos la pérdida de peso a una cuestión matemática (kcal que ingieres y kcal que gastas), cuando en realidad, los factores implicados en la ganancia de peso y la pérdida de salud, son muchos más y en la mayoría de casos la cantidad no es el problema.
No necesitas comer menos, necesitas aprender a diferenciar alimento de producto, sincronizarte con tu genética y aportarle a tu organismo-mente aquello que espera recibir: estrés, calma, hambre, saciedad, luz, oscuridad, actividad, descanso, soledad, compañía…