Curso Taller online: El ciclo menstrual desde lo integrativo

El objetivo del taller es presentar al ciclo menstrual (y las alteraciones relacionadas con el mismo), como un proceso resultante de la interrelación de los diferentes sistemas de nuestro organismo, así como de la interacción de éste con nuestro contexto psicosociocultural y el de generaciones pasadas.

Estará dividido en tres módulos de 2 horas que se impartirán en diferentes semanas de manera online-directo, si bien también se podrá visualizar de forma diferida en caso de no ser posible la asistencia a uno o a la totalidad de los módulos.
Más información e inscripciones aquí:

https://doctoracañizares.com/taller-ciclo-menstrual/

Nuestros pensamientos y sus consecuencias en el organismo

Os dejo una frase con más relevancia y trascendencia de la que pueda parecer.


El origen, la cronificación pero también la resolución/mejoría de múltiples patologías (si no de todas), están vinculados con el funcionamiento de nuestras redes y conexiones neuronales.

Sentir alegría, tristeza, miedo… es el resultado de la activación de determinadas áreas cerebrales y con ello de la acción de diferentes neurotransmisores, hormonas y otras sustancias químicas sobre el resto de células del organismo. De dicha interacción resultará la modulación de los órganos y sistemas correspondientes y con ello de todo el organismo.

De ahí que por ej. la falta de apoyo social se haya postulado como un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular o que en pacientes con depresión o estrés crónico, existan alteraciones en la modulación del sistema inmune que favorezcan a su vez el desarrollo de otras patologías.

Nuestros pensamientos y creencias así como el lenguaje con el que nos dirigimos a nosotros mismos o a una determinada situación, tienen consecuencias a nivel orgánico (bioquímico, metabólico…), de ahí la importancia del mensaje de esta imagen.

Probióticos y Microbiota

Pese a la creencia popular, el cuidado y optimización de la microbiota desempeña un papel clave en la prevención y tratamiento de múltiples patologías (muchas de ellas crónicas) relacionadas o no con clínica digestiva.

La microbiota guarda un estrecho vínculo con casi todas las enfermedades crónicas actuales (psoriasis, diabetes, Alzheimer, hipotiroidismo autoinmune…), incluyendo las del ámbito psiquiátrico (depresión, ansiedad…).

El mantenimiento y optimización de nuestro microbioma, así como tratamientos destinados a corregir el disbalance del mismo, son claves además de para mantener y mejorar nuestra salud, para prevenir patologías.


Pero ojo! No todos los probióticos sirven ni son iguales. Hay que saber en qué momento emplearlos, con qué pauta y qué cepas específicas pueden ayudar en una determinada patología.

Reforzar el sistema inmune

En los últimos días, se está hablando mucho sobre cómo reforzar nuestro sistema inmune, creo que más allá de recomendar un suplemento, fitoterápico etc., es importante transmitir el mensaje de que tener un sistema inmune así como un estado de salud óptimos, no es cuestión de un fármaco, fitoterápico o suplemento. Es una carrera de fondo, un “trabajo” diario, que comienza en uno mismo.

No quiero decir con ésto que determinadas ayudas exógenas (ya sean fármacos, suplementos, fisioterapia etc), no sirvan, sino que su utilidad y efecto, dependerá del contexto en el que se empleen. Poco será el peso que ejerza un comprimido de vitamina C en un contexto rico en estrés psicosocial, falta de sueño etc. y más aún si ese suplemento, fitoterápico etc no se emplea en dosis apropiadas y/o no tiene una formulación que permita su absorción.


La situación actual y el valorar la salud más de lo que solemos hacerlo, debe inspirarnos para comenzar o al menos plantearnos, ese cambio interior, esa carrera de fondo, que empieza por reajustar prioridades. Quizás sea un buen momento para cambiar aquellos aspectos de tu día a día que no benefician a tu organismo; En algunos casos será la alimentación, en otros la actividad física, en otros la gestión de emociones etc.

Creo que estamos en un momento, que nos brinda la posibilidad de experimentar y probar a modificar aspectos de nuestra vida cotidiana. Son esos cambios los que marcarán la diferencia. Aprovecha las circunstancias actuales para parar, vivir más en el aquí y ahora y conectar contigo mismo.

Ahora más que nunca, vivir en presente es la clave.
Be mindfulness.

El ayuno diario mejora la salud

Otro estudio más que nos demuestra que aumentar la frecuencia de comidas no es lo más adecuado para estar sano. Menos es más. Te animo a que empieces por reducir el número de veces que comes al día. Saltarte el desayuno puede venirle bien a tu salud. Para más información ya sabes dónde encontrarme.

https://www.cell.com/cell-metabolism/fulltext/S1550-4131(18)30512-6

Beneficios del café

No te dejes engañar! Los beneficios del café son muchos (su consumo a largo plazo reduce riesgo de DM2 (Diabetes mellitus 2), es rico en antioxidantes, vitaminas, minerales…) el problema reside en el procesamiento del mismo y en el azúcar y lácteos… con los que lo mezclamos. Fíjate en las etiquetas y evita comprar café de mezcla ya que a éste se le ha adicionado azúcar (por eso es más barato, es un café de peor calidad camuflado).

Opta por el café que especifique en su etiqueta «de tueste natural» , mi preferida es la variedad arábica, más suave que la robusta. Si el café solo, aún te parece demasiado fuerte, puedes mezclarlo con leche de coco, canela, un poco de mantequilla o leche entera de buena calidad, algún endulzante tipo xilitol o un poco de azúcar intentando reducirla poco a poco para reeducar tu paladar.

Combatir el sendetarismo

El ejercicio es opcional moverse no! No lo digo yo :p sino nuestra genética, durante millones de años evolucionamos en un entorno que nos obligaba a estar activos, caminando varios km al día para buscar alimento, agua, refugio…necesitamos movernos para estar en consonancia con nuestra genética, por ello enfermamos si no estamos todo lo activos para lo que estamos programados.


Intentar caminar al menos 10.000 pasos al día, levantarte de la silla cada media hora y dar unos cuantos pasos o hacer algunas sentadillas, no utilizar ascensores, escaleras mecánicas, pasar más tiempo de pie… son pequeños gestos que te harán reconciliarte con aquello para lo que estás diseñado.