La Medicina integrativa aúna los avances médicos de las últimas décadas con todos aquellos que olvidamos por el camino y que hemos dejado de tener en cuenta a pesar de ser claves en la etiología (causa/origen) de la enfermedad y en su tratamiento (exposición solar, descanso nocturno, alimentación…) .
Está dedicada al estudio de la interacción de nuestro organismo con el medio, así como al estudio de las interacciones entre los diferentes sistemas que conforman el organismo (sistema nervioso, sistema endocrino, sistema inmunológico, sistema digestivo, sistema reproductor, sist músculo esquelético) y cómo la puesta en marcha de alguno de ellos, repercute inevitablemente en los otros.
Desde la perspectiva sanitaria, la medicina integrativa, no se limita a tratar síntomas como ocurre con la medicina convencional, sino que se enfoca en identificar qué aspectos/factores están condicionando la pérdida de homeostasis (equilibrio), que determina la aparición de enfermedad. Nos permite valorar al paciente de una manera holística (global), educando al mismo en el conocimiento de la fisiopatología de su enfermedad, de tal modo que la persona comprenda el por qué de su clínica, qué factores le han conducido a su situación actual y cuáles son las estrategias terapéuticas destinadas a restablecer el equilibrio entre los diferentes sistemas o dicho de otro modo, su salud.