Si desde hace un tiempo notas que tu abdomen está hinchado, que a pesar de intentar llevar una alimentación adecuada continúas con molestias tales como digestiones pesadas, estreñimiento, diarrea, gases…es posible que tu microbiota (las bacterias que viven en nuestro intestino) no esté en las mejores condiciones. Factores como falta de sueño, estrés, antibióticos, cirugías, alimentación rica en procesados…pueden generar un sobrecremiento de bacterias nocivas, que lejos de mejorar nuestra salud, la deterioran «robándonos» vitaminas en lugar de sintetizarlas (como hacen las buenas), fermentando todo aquello que comemos generándonos gases con la consecuente hinchazón y dañando nuestra mucosa intestinal, conduciéndonos a lo que se conoce como Leaky Gut o intestino permeable, que conlleva el paso a sangre de sustancias y/o bacterias patógenas que hacen reaccionar (sobreactivarse) al sistema inmune pudiendo causar fatiga crónica, dolor generalizado u otras patologías.
Se ha demostrado que el sobrecrecimiento bacteriano se asocia a varias enfermedades autoinmunes, aquellas en las cuales el cuerpo, por “confusión”, genera anticuerpos que atacan a ciertos tipos de células y tejidos normales.
Tener gases, estreñimiento, diarrea, dolor generalizado….NO es normal, tiene su por qué, encontrar la respuesta a veces puede ser complicado, pero no por eso, debemos resignarnos a vivir con ello como si fuese una característica propia. Nuestro cuerpo se comunica con nosotros a través de su propio lenguaje, estos signos y síntomas no son más que su manera de decirte que algo no va bien, así que párate, escucha y no hagas oídos sordos a ese insomnio, acidez estomacal, infecciones recurrentes…