Soy una gran fan de la vitamina D y es que después de estudiarla un poquito desde la PNI y la Medicina integrativa, te das cuenta del papel tan importante que juega en nuestro organismo. Durante demasiado tiempo, no se le ha reconocido su función en múltiples procesos del organismo; el descubrimiento de su implicación en el metabolismo óseo, nubló el conocimiento de sus otras muchas acciones.
La vitamina D en realidad es una hormona, para que la que todas las células de nuestro organismo presentan receptor, es por
ello que sus funciones van mucho más allá de la mineralización ósea. La
vitamina D, interviene en la regulación de sistema inmune, endocrino,
neurológico, digestivo… sabiendo ésto, queda claro que mantener
niveles óptimos de la misma es clave para la prevención y tratamiento de
múltiples patologías.
Las conclusiones de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sheffield (Reino Unido), y que se ha publicado en European Journal of Clinical Nutrition, indican que administrar suplementos de vitamina D a pacientes con intestino irritable (SII), puede contribuir a aliviar el dolor y otros síntomas característicos de esta patología intestinal como la hinchazón abdominal, la diarrea y el estreñimiento. Pero también hay otros muchos estudios en los que se demuestra su vinculación con enfermedades autoinmunes, alergias… Al regular tantos procesos, su déficit es un factor de riesgo para múltiples patologías, de la misma forma, mantener niveles adecuados de la misma, representa un factor protector frente a ellas.
Por ello, una manera gratis y agradable de cuidar la salud de nuestro organismo, es exponer nuestra piel al sol de forma natural, tal como hacían nuestros ancestros (por ejemplo al andar), sin fotoprotectores (éstos impiden la síntesis de vitamina D y os aseguro que nadie se quema si se expone al sol de manera natural y con cabeza (y lo que hacemos en verano no lo es, pasamos de no recibir apenas luz natural a exponer durante horas la mayor parte de nuestra piel).
El tema fotoprotectores es otra cuestión a tratar, hay momentos en los que sí nos benefician y debemos usarlos, pero el uso que hacemos actualmente de ellos no es el mejor.