AMM / Wellaging o medicina para longevidad saludable: ¿En qué consiste?

¿Qué es Age Management Medicine (AMM)?

A diferencia de la medicina que se practica actualmente y que posee un enfoque reactivo, centrado en la resolución de la enfermedad cuando ésta surge y especialmente en paliar parcialmente los efectos de la misma, la AMM o también conocida como medicina del envejecimiento/longevidad saludable, tiene como paradigma la prevención, siendo ésta la mejor herramienta para minimizar la morbilidad (afecciones/patologías) asociadas al paso de los años, así como a optimizar la calidad de vida de las personas.

Dado que el principal factor de riesgo para la aparición de enfermedades es el envejecimiento, centrarnos en herramientas que nos ayuden a cumplir años con el mejor estado de salud, es la mejor estrategia para minimizar ese riesgo de enfermedad.

El objetivo no es alcanzar la inmortalidad o una excepcional esperanza de vida, sino retrasar la aparición de dolencias y limitaciones asociadas a la edad, consiguiendo así aumentar la proporción de años con calidad de vida o longevidad saludable (healthspan).


Además, trabaja con una perspectiva de medicina funcional e integrativa, entendiendo que “lo normal” no equivale a salud óptima y que nuestro organismo funciona como un gran sistema psiconeuroinmunoendocrino (PNI), existiendo una constante interacción entre los diferentes sistemas y entre éstos y nuestro entorno.  

Parafraseando a Coco Chanel podemos decir que la naturaleza te da la salud que tienes a los 20, pero la de los 50 depende de ti.

¿Cuáles son sus pilares?

Los cimientos sobre los que se asienta una consulta de medicina de longevidad saludable, son 7 y empiezan por P, motivo por el que a la AMM se la conoce también como la Medicina de las 7P:

Preventiva: Hipócrates abogaba por la necesidad de que el médico no sólo estuviera presente cuando aparecía la dolencia sino que permanentemente fomentase la conservación de la salud. En la consulta de AMM nos centramos en dicha prevención proactiva y detección precoz.

Esperar a tener síntomas o un diagnóstico, significaría pues, continuar con el modelo reactivo-curativo de la medicina convencional. Las patologías no surgen de un día para otro, sino que se gestan durante años. Es en la fase silente o subclínica de las enfermedades, cuando podemos realizar un diagnóstico precoz y/o abordaje preventivo, mejorando así el estado clínico y estético de pacientes que aún pudiendo encontrarse bien en líneas generales, en realidad se encuentren en estadios preclínicos de patología.

“Es mejor prevenir que curar”
Hipócrates.

Proactiva: Modificar la edad biológica implica realizar cambios en la forma en que vivimos, sentimos, pensamos, nos relacionamos con el mundo y con nosotros mismos. El médico y resto de profesionales de la salud implicados, podrán indicar y acompañar al paciente en el camino a seguir, pero sólo éste podrá dar los pasos que se precisan para avanzar en esa dirección.
Es  por ello condición necesaria e indispensable que cada paciente asuma la responsabilidad de su salud y calidad de vida, entendiendo que ésto va más allá de acudir a una consulta médica o de instaurar un tratamiento farmacocentrista (los fármacos, nutracéuticos y suplementos pueden tener un espacio en las prescripción terapéutica, pero nunca constituirán la base del mismo).

Participativa o Multidisciplinar:  Un correcto abordaje de los pacientes precisa de la colaboración de diferentes profesionales de la salud (odontólogo/a, entrenador/a, nutricionista, médico, psicólogo/a…), tanto para optimizar la salud de los pacientes como para la resolución de patologías (osteoporosis, hipertensión, diabetes etc). 

Somos seres complejos, conformados por cuatro dimensiones (física, mental, psicoemocional y espiritual) que podemos distinguir pero no separar, es por ello que nuestra salud y completo bienestar reside en atenderlas como conjunto.

“Todos somos una casa de cuatro habitaciones. Una física, una mental, una emocional y otra espiritual. La mayoría de nosotros, tendemos a vivir en una sola habitación casi todo el tiempo, pero hasta que no ingresemos en cada una de estas cuatro habitaciones todos los días, al menos para airearla, no seremos una persona completa».

Proverbio indio. Rumer Godden


Predictiva: La adecuada valoración de diferentes biomarcadores de salud y longevidad desde una perspectiva de medicina funcional, posibilita predecir con años de antelación el riesgo de una persona de desarrollar una o varias enfermedades vinculadas al proceso de envejecimiento.


Personalizada: Porque cada uno/a de nosotro/as es en sí mismo/a un universo. Cada persona tiene una genética y un contexto e historia vital  únicos.

No hay enfermedades sino enfermos”
Hipócrates.

Placentera: Porque aprender a cuidarse (física, mental, psicoemocional y espiritualmente), es la manifestación de amor más grande que cualquier persona puede hacer por sí misma. Cuando ese cuidado es auténtico (se hace desde el amor incondicional y honesto) no será fuente de sufrimiento ni sobreexigencia sino de goce, disciplina, coherencia y equilibrio.


Conviene tener presente que el sufrimiento es de los peores factores de riesgo para desarrollar cualquier patología. En la medida en la que el excesivo control genera sufrimiento, deja de ser saludable.

Beauty is really a feeling it’s not a thing of we look at.

Kate Winstle

Ir al contenido